martes, 10 de septiembre de 2013

No perteneces al hierro. Beatriz Barriuso


Nude Behind Mesh, 1937
Max Dupain



Ser demasiado consciente de
 la impermanencia, la impertenencia.


No pertenecer a ningún sitio,
     del mismo modo
        en que nada te pertenece.

Ninguna de las baldosas de este suelo te pertenece,
 ni lo hará nunca
 independientemente 
  de los papeles de propiedad que poseas (o no).

De esto se trata: una casa. 

Un conjunto de ladrillos
   apilados formando una pared.

Un conjunto de paredes  
    colocadas formando un edificio.

Un conjunto de personas 
     ocupan ese edificio
        pero no lo poseen.

No perteneces al hierro, no
se fusionará con tu cuerpo
   al habitarlo.

El ladrillo no forma parte de ti.
Nunca lo hará. 

Y eso no es terrible.


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